¿Y si dejamos de pelearnos entre nosotros…?

Hay una escena de “La vida de Brian” que muestra con gran exactitud la realidad de las organizaciones de izquierda españolas. Es la escena en la que el Frente Popular de Judea se adentra en el palacio para secuestrar a la mujer de Poncio Pilatos. En el pasillo se encuentra con otra facción que va a hacer lo mismo y se pelean mientras Brian les grita “tenemos que unirnos contra el enemigo común”.

Cualquiera que milite en sindicatos de izquierda, en partidos políticos o en movimientos sociales o se ríe con esa escena pensando “jajaja, que cabrones” o le molesta esa escena pensando “qué cabrones, ja ja ja”. Pero es que es así. Dentro de un mismo sindicato pequeño hay posturas irreconciliables, hay “familias” y gente que no se puede ni ver. Gente que vota en contra de todo lo que proponga Benganito porque en el año 82 Benganito dijo nosequé de Fulanito, que ya está muerto, pero para rencorosos nosotros. Y no digamos ya entre organizaciones. Que sí, que igual muchos de esos rencores tienen un motivo histórico, como los que tienen casi todas las peleas en los pueblos por ese árbol que está en la linde del vecino y es mejor talarlo que dejar que le caigan frutos a la parcela del vecino al que odias. De ese nivel estoy hablando.

Pero ahora la situación es jodida. Más, mucho más, que la que viene siendo desde hace 30 años. Tenemos a la extrema derecha gobernando. El PP se ha quitado la careta de “centro derecha” y ha sacado el traje de franquistas. No duda en gobernar de la mano de su propia escisión, Vox, un partido que es más franquista que Franco, con la salvedad de no tener el apoyo de naciones extranjeras de corte fascista…. de momento.

Así pues, con este panorama, ¿es intelligente seguir como estamos? ¿Es inteligente seguir pegándonos internamente por cosas que podemos dejar aparcadas durante un tiempo, al menos hasta que el fascismo no esté pretendiendo gobernar? Hitler necesitó solo seis meses de gobierno en minoría para tirar abajo todo el sistema democrático de la república de Weimar. Seis meses en los que se ilegalizaron partidos, sindicatos y se encarceló en campos de concentración a toda clase de rivales políticos. ¿En serio no podemos dejar nuestras diferencias para evitar que esto vuelva a pasar?

Hay luz al final del tunel. Sólo tenemos que ceder un poco con nuestros compañeros y compañeras de trinchera. Ser inteligentes y dejar de lado, tod@s, nuestras diferencias. Aunque X diga “niñes” en un mitin, aunque Z tenga liberados sindicales, aunque Y escriba unos manifiestos de 450 hojas.

Estamos en un momento histórico realmente complicado. Debemos evitar que esto vaya a peor.

Y viva el 1º de mayo