El coaching es esa pseudociencia que dice que si te esfuerzas en el trabajo tu jefe te valorará bien, que si te esfuerzas más lograrás tus sueños y que tú solo, con tu tesón y tu blablablabla puedes alcanzar tus metas. Y un mojón como un piano de cola.
Tu jefe te va a exprimir como si fueras un pomelo y no te dejará de presionar mientras le des zumo para, en el momento que de ahí no salga una gota más, tirarte a la basura y coger otro pomelo. Le dará igual que sea porque eres viejo, porque eres mujer y te ha dado por quedarte embarazada o porque haya otro pomelo que de más zumo que tú sin tener que hacer tanta fuerza para exprimirlo. Se la pela tu esfuerzo si el resultado de ese esfuerzo no le supone beneficios extra por el mismo salario. No seas imbécil; no te esfuerces.
Otro mantra es que “Tus jefes son duros, es lo que hay”. No, amigo, no es lo que hay. ¿Sabes por qué tus jefes son duros? Porque estás SOLO. Si en vez de estar tú solo, rodeado de compañeros de trabajo todos solos, estuviérais organizados y plantárais cara en común tu jefe se haría una caca blandita y olorosa cada cochino día que os viera aparecer en grupo en la puerta de su despacho. No estés solo, no seas más imbécil.